Señor organizador:
Partamos por definirnos...
¿Qué rol es el que cumple el señor Leonardo Vallejos en el campeonato? En principio, es el organizador y además figura como jugador de Pelayanos. Así ha sido siempre y si bien es una circunstancia altamente irregular, a nadie le interesa demasiado.
Pero aprovechándose de esta confianza, el Señor Vallejos no sólo se conforma con organizar el torneo y defender a su equipo, sino que también ocupa los "cargos" de hincha oficial de Pasapiola, árbitro desde las tribunas y juez, cuando salta desde cualquier parte del gimnasio a dirimir alguna disputa.
¿Cuál es el nivel de objetividad y credibilidad que puede tener un señor que a la vez que está velando por el cumplimiento de las reglas dentro del torneo, festeja los goles de un equipo por encima de otro, grita improperios en contra de los jugadores, anima a otros, exige cartulinas a los árbitros y, más encima, se mete al campo de juego a acusar algún hecho con la intención clarísima de sacar partido? Sería como si Harold Mayne-Nicholls fuera al estadio con la camiseta de la Católica y arreglara todo para que su equipo salga beneficiado...
Una vez que empieza el juego, el señor Vallejos entrega la tarea de hacer justicia a los distintos árbitros que son designados para impartirla. ¿A qué ingresa entonces a la cancha si él delegó esa función? ¿Por qué entra al terreno de juego si se supone que éste es de exclusividad para los jugadores, técnicos y árbitros?
Señor Vallejos, es hora de que se defina. No es posible que al final de un partido comience a insultar al equipo contrario y tome trinchera por el otro plantel. Eso no es objetivo, eso escapa de sus facultades, si no es capaz de mantenerse imparcial, mejor dé un paso al costado, si ni por más que usted trate y trate de ayudar a sus amigos, la justicia siempre terminará imponiéndose.
La Era Vallejos ya era. El desprendimiento que alguna vez mostró, hoy ya no existe. Es usted el que mata la sana competencia, el que desvirtúa el espíritu de rivalidad sana que debiese existir, trasnformándola en odiosidad.
Era tragicómico verlo corriendo como un loco gritando (en realidad casi era un mandato): "Sácale amarilla, sácale amarilla". Como un acusete de baja calaña entró a la cancha a exigir que jugadores del equipo al que públicamente le ha declarado su repudio fueran amonestados.
Más irrisorio resultaba observar a este señor gritando con el alma los goles de sus amigos, profiriendo desde lo más íntimo de sus deseos el grito de "ahí tienen, ahí tienen!".
Harto le gustó intervenir y distorsionar sus funciones, pero cuando algunos jugadores que se sentían profundamente perjudicados -y con justa razón- fueron a encararlo, huyó como un cobarde, refugiándose detrás de la espalda de turno.
Basta ya, Leonardo Vallejos, abre los ojos y date cuenta que bajo estos parámetros no puedes seguir llevando las riendas del campeonato. Te invito a decidirte de una vez: o eres jugador o eres dirigente o eres hincha o eres árbitro o eres juez, pero seguir funcionando como un jugador-dirigente-hincha-árbitro-juez no te lo aguantaremos más.
Partamos por definirnos...
¿Qué rol es el que cumple el señor Leonardo Vallejos en el campeonato? En principio, es el organizador y además figura como jugador de Pelayanos. Así ha sido siempre y si bien es una circunstancia altamente irregular, a nadie le interesa demasiado.
Pero aprovechándose de esta confianza, el Señor Vallejos no sólo se conforma con organizar el torneo y defender a su equipo, sino que también ocupa los "cargos" de hincha oficial de Pasapiola, árbitro desde las tribunas y juez, cuando salta desde cualquier parte del gimnasio a dirimir alguna disputa.
¿Cuál es el nivel de objetividad y credibilidad que puede tener un señor que a la vez que está velando por el cumplimiento de las reglas dentro del torneo, festeja los goles de un equipo por encima de otro, grita improperios en contra de los jugadores, anima a otros, exige cartulinas a los árbitros y, más encima, se mete al campo de juego a acusar algún hecho con la intención clarísima de sacar partido? Sería como si Harold Mayne-Nicholls fuera al estadio con la camiseta de la Católica y arreglara todo para que su equipo salga beneficiado...
Una vez que empieza el juego, el señor Vallejos entrega la tarea de hacer justicia a los distintos árbitros que son designados para impartirla. ¿A qué ingresa entonces a la cancha si él delegó esa función? ¿Por qué entra al terreno de juego si se supone que éste es de exclusividad para los jugadores, técnicos y árbitros?
Señor Vallejos, es hora de que se defina. No es posible que al final de un partido comience a insultar al equipo contrario y tome trinchera por el otro plantel. Eso no es objetivo, eso escapa de sus facultades, si no es capaz de mantenerse imparcial, mejor dé un paso al costado, si ni por más que usted trate y trate de ayudar a sus amigos, la justicia siempre terminará imponiéndose.
La Era Vallejos ya era. El desprendimiento que alguna vez mostró, hoy ya no existe. Es usted el que mata la sana competencia, el que desvirtúa el espíritu de rivalidad sana que debiese existir, trasnformándola en odiosidad.
Era tragicómico verlo corriendo como un loco gritando (en realidad casi era un mandato): "Sácale amarilla, sácale amarilla". Como un acusete de baja calaña entró a la cancha a exigir que jugadores del equipo al que públicamente le ha declarado su repudio fueran amonestados.
Más irrisorio resultaba observar a este señor gritando con el alma los goles de sus amigos, profiriendo desde lo más íntimo de sus deseos el grito de "ahí tienen, ahí tienen!".
Harto le gustó intervenir y distorsionar sus funciones, pero cuando algunos jugadores que se sentían profundamente perjudicados -y con justa razón- fueron a encararlo, huyó como un cobarde, refugiándose detrás de la espalda de turno.
Basta ya, Leonardo Vallejos, abre los ojos y date cuenta que bajo estos parámetros no puedes seguir llevando las riendas del campeonato. Te invito a decidirte de una vez: o eres jugador o eres dirigente o eres hincha o eres árbitro o eres juez, pero seguir funcionando como un jugador-dirigente-hincha-árbitro-juez no te lo aguantaremos más.
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