Entrevista

Julio Rojas, árbitro amateur:
“No se pueden meter el
reglamento en la raja”
  • El experimentado referee linarense, descuera a los árbitros y dirigentes de la Escuela por el “Incidente Prado”. “Fue totalmente errado lo que pasó ahí”, dice tajante. Además se candidatea para ganarse unos pesos. “Me encantaría dirigir el torneo (…) Si yo dirigiera habría justicia sorda y ciega”.
Por Maikol McAka

Para Julio Rojas la justicia no es un juego… es una forma de vida. Arbitro por vocación, y linarense de nacimiento, este moreno de 42 años no se anda con chicas a la hora de defender el reglamento. “La cosa es bien clara. Lo que dice el reglamento debe ser respetado”, dice con propiedad. Con 32 partidos amateur en el cuerpo, Rojas aclara que se “enferma” cuando no se cumplen las reglas y agrega que su experiencia también le ha llevado a otras lides: “He dirigido campeonatos escolares y también partidos de empresas”.
Enemigo de las tarjetas, Rojas no le hace honor a su apellido. “No me gusta expulsar a los jugadores. Muchas veces los árbitros buscan hacer show echando. Yo prefiero cantárselas bien claritas antes. Los jugadores son como niños chicos y a veces hay que pegarles sus correctivos. Aunque como te explico no saco tarjetas por mostrar”.
-¿Pero no hace la vista gorda?
- ¡Nunca! Osea, perdóname pero eso es casi una falta de respeto para mí. Las reglas en el fúrbol (SIC) se hacen pa’ cumplirse, no pa’otra cosa. Y yo por suerte no ando prestándome pa’ chimuchinas… otros colegas sí, pero yo nunca.
- Señor Rojas, en nuestra liga sucedió un hecho a lo menos extraño. Un jugador resultó expulsado por roja directa lo que según las bases del torneo lo inhabilitaba para jugar. Pese a esta situación jugó igual. ¿Qué opina?
- Osea, esa es una violación terrible. Osea po’ pa’ qué decirte otra cosa. Totalmente errado lo que pasó ahí. Es un hecho alómalo (SIC), porque si el árbitro lo echa por roja directa, no puede jugar. Me parece que no hay buenos árbitros allá.

"Me encanta cuando el arbitro enfunda respeto", asegura Rojas.

-La organización se escuda en que en la papeleta del partido, no salía reseñada esa información. En ese papel el jugador figuraba con doble amarilla…
- Entonces es culpa del cristiano de la papeleta. Él tiene la culpa, a él tienen que apuntar con el dedo. Pero en esos hechos de controversia la organización debe velar porque se haga respetar el reglamento. Osea, no se pueden meterse el reglamento en la raja, la cosa es bien clara. Si el jugador fue expulsado, no podía jugar al otro partido.
- Se sabe que la persona que organiza el torneo es amigo de ese jugador, ¿Cree que eso pueda haber incidido?
- Osea, a ver... mira, mmmm… Para mí la justicia es siempre justicia. Yo tengo amigos jugadores a los que les he arbitrado, pero eso no quiere decir que les dé “perdonazos”. Uno tiene que cumplir con su función nomás. Ahora en una de esas po’. Uno nunca sabe. Lo que es claro, es que si el organizador sabía de este hecho irregular y no hizo nada se pasó pa’ ser de parcial. Eso no se puede hacer. ¿Osea, pa’ qué? Le quitaría seriedad a su torneo.
- Para allá van enfocadas las críticas, en una de esas Ud. podría arbitrar unos partidos.
- (Risas) Claro po’. Me encantaría poder arbitrar. Ahora te digo altiro que mis tarifas son bien claras. 10 lucas por partido y te llevo hasta el layman . Osea, ahora también yo podría hacer una oferta promocional ponte tú… Por seis partidos podría cobrar 30 lucas ponte tú. Claro que me tienen que pagar la movilización. En tiempos de crisis igual hay que estar preparado. Pero si yo dirigiera habría justicia sorda y ciega, no tendrían esos problemas… a veces lo más barato después sale caro.

Julio Rojas a los tres años, desde chico quizo ser arbitro. "Mi mamá me ponía un pito en vez de chupete", admite.

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